jueves, 25 de junio de 2009

La inocencia de un niño

Los que tengais churrumbeles lo sabreis muy bien. La inocencia de un niño no tiene precio. Aunque hacen ruido, se ensucian, huelen, y son escandalosos, tambien tienen sus cosas. Los niños no se andan con rodeos, lo que pueden expresar o pedir, lo hacen directamente y sin tapujos. Vacios de prejuicios y sin maldad añadida, más que la de un infantil, los niños son sólo eso. Niños. ¿Pero como es posible que tengan esas graciosas ocurrencias? Tal vez Pablo Motos lo sepa.

Los niños tienen muchas cualidades innatas que a menudo nos dan lecciones a los adultos. Muchos autores han plasmado los momentos más entrañables de los niños en guías para los padres, y libros de como cuidar a sus crios. Grandes tomos que nadie conseguía leer. Y sin embargo no lo hacían tan didactico como Yoshito Usui o Akira Toriyama. Por ello, fans de Belcorianos, vamos a ilustrar con unos ejemplos procedentes del lejano oriente, cual es el secreto de su inocencia, visto por los grandes maestros.

Respeto. No hay estudio que lo demuestre, pero a los niños les encantan los animales. Tienen respeto a todos los animales, son capaces de ayudarlos, mimarlos, y cuidarlos. Es sorprendente ver a un niño salvar a una animalito en lugar de otra persona. Eso es una bofetada para algunos adultos que se desengañan con los niños. Mostrar su lado tan sensible para algunos es enternecedor.

La costumbre. Las costumbres de los niños estan muy bien arraigadas. No se le puede hacer un cambio de rutina a un niño de la noche a la mañana. No lo comprenden, porque para ellos lo que ven como costumbre es lo correcto. Si un niño lo acostumbras al chupete, cuando se haga más mayor, no querrá dejar el chupete porque se habra acostumbrado. Hay que tener especial cuidado con lo que se convierte en cotidiano.

Compartir. A la hora de comer hay que tener en cuenta que los niños se hechan cualquier cosa a la boca. Ya sean piedras o chicles pegados en el suelo. Siempre vemos a los padres cogerles la mano de los niños y decirles: "Suelta eso, caca." Pero no por ello debemos despreciar su buena intención por compartirlo. Todo lo que se pueda comer, se puede compartir, y ahi vemos la buena fe de los niños por darte un trozo de galleta, un poco de helado...

No tener vergüenza. Los niños carecen del sentido del pudor, asi como tambien de la vergüenza propia o ajena. Lo que para ellos puede ser una situación normal, para los adultos les supondría una situación bastante enbarazosa. Un niño, que no conoce eso, puede entrar tranquilamente a la habitación de sus padres mientras les visita la cigüeña, o entrar en el vestuario femenino sin ninguna mala intencion. Todo lo contrario que un adulto, quien entraria a urtadillas para observar. Llegado el momento, el niño no comprenderia el porque de la bronca recibida. Que injusticia.

La curiosidad. Por su naturaleza, un niño está lleno de vitalidad, inquieto, hiperactivo y tiene curiosidad por todo. La curiosidad de un niño no tiene límites, como los gatos, de ahí el dicho "La curiosidad mató al gato". No podemos negarle el ansia de saber y conocimioento a un niño, puesto que por su corta edad no tiene medios para hacerlo, ni una dilatada vida como un anciano. Cuantas veces hemos tenido alguna conversación con un niño, y hemos visto sus ganas de saberlo todo, con la coletilla de ¿Y porqué esto? ¿Y porqué lo otro? Su fuerza por explorar lo desconocido tan ingenuamente, dista mucho de las pretensiones de cualquier persona.
Sin embargo, por su inexperiencia, no saben distinguir entre lo que hay que saber cuando eres niño y lo que no.


Y todo esto en tan solo un comic. Transmitir toda esta información en un cuatro paginas dibujadas es algo digno de elogio de los grandes maestros sapientes. Tanta sabiduria puesta de forma tan amena, que ayuda a comprender el interior de la mente de un niño.

1 comentario:

yuzurika dijo...

XD vaya miron de goku... almohada con bolas del abuaelo? se dormia ahi goku?
¬¬
o el abuelo tenia otra intension?
¬¬
abra que entrevistar al abuelo gohan XD