VIAJES INFINITOS. CHAPTER III

EPISODE THREE: LA LLEGADA DE LA TORMENTA

John Malkovich acababa de encenderse su cigarillo.

Ser un buen fotografo requiere su tiempo. No basta con echar cuatro disparos con tu reflex. Hay que apreciar la vida, la sensibilidad de las cosas y estar en el justo momento para captar un instante que permanecerá eterno en la historia. Cuando creces siempre te planteas nuevos retos, y a mi me llegó cuando descubrí las Canon. Por su puesto que la tire a la basura. Pero siempre recordaré quella Nikon de dos kilos y medio. Atascandose en el momento más inoportuno, velando las placas fotograficas…Ahhhh aquellos maravillosos años en blanco y negro.

Se levanto para parar el CD de camela que estaba sonando.

Recuerdo a los niños trapecistas en la calle Marlborough, alla por 1975 .Estaban ensayando el próximo número para el circo, cuando casualmente pasaba por allí, y me sorprendio tanto el ejercicio que quise captar ese momento de duro trabajo…

Al mirar por la ventana, vio una extraña figura. Parecía una morcilla de burgos. Si no fuera porque es imposible parecería…parecería…. un gordo con los calzoncillos por fuera surcando los cielos. Pero no iba solo, un viejo mugriento y con el pelo grasiento y pegado, con cara de loco, se sostenía de pie sobre una especie de espada con la que le permitía volar.

En tres milesimas de segundo se le pasaron tres cosas por la cabeza: Si los ducados que se fumaba eran alucinogenos, el recuerdo de una placida tarde de verano en Fidji comprendiendo por fin cual es el secreto de los Abbot, y si los koalas procedian de Koala Lumpur.

-Auughhh!!! –dijo John con dolor.

-Ahora vas a ver maldito impostor.¿Que diría Stanley Forman si levantara la cabeza? –Siente el poder de la fuerza del lado oscuro. –Dijo SUPERULTRAMAN mientras le daba un puñetazo en la cara.

-¿Pero se puede saber que estas hasiendo, pedaso de congrio?-Le grito el Cordobes a Isidro, quien no hizo caso y continuó sacudiendo a John Malkovich como si fuera un NorCoreano encontrandose con un SurCoreano.

-Ahhh, mi bazo, mi occipital, mi parenquima, mis papilas gustativas, mi esternocleidomastoideo. ¡Que dolor! ¡Que dolor! Aulló John mientras pensaba que ojala hubiera bebido alguna vez Mezcal en Dublín.

-¿Como que qué hago, viejotocalaspelotas? Estoy acabando con el arliano éste, como mas dicho.- dijo Isidro.

-Haber, Grijander scander hare nawer, vinimos a buscar a este tipo para que se una a nosotros y nos ayude a encontrar a los demas héroes. ¿Recuerdas? El Dios Arliano es de los nuestros. –Insistio el Cordobes.

-¿Pero tu has oido lo que ha dicho del Forman ese?-replico Isidro.

-¿Cómo que qué he dicho, si yo estaba solo hasta hace un momento? ¿Qué vas a saber tu si no estabas?-contestó John.

-No subestimes el poder de la fuerza, joven Malkovich.-argumento Isidro.

-Mmmm….si….-dijo SUPERULTRAMAN parando la refriega.

-Chiquilloh chicoh- se dijo a si mismo el Cordobes. Vale, esta bien, SUPERULTRAMAN, suelta…lenta….mente al verraco éste. ¿Estas bien hijo mio?-le preguntó el Cordobes a John en un tono suave y relajado.

-¡Agh! ¡Nooooo!-se quejo John. ¡Desde la muerte de Kenny que no sentía un dolor tan intenso! ¿Porqué hay tanto sufrimiento en mi mundo? ¿PORQUÉ….?

-El Cordobes perdió la paciencia y le pegó un collejón a John. ¡ Que te calles la boca, leñe..! El mundo entero está en peligro, y te necesitamos para detener el peor villano de la historia. Venga toma tu boli, y transfórmate en el Dios de Argal.

-¡Nunca!- dijo John- ¡Cuando hago eso me transformo en un ser zafio y nada sofisticado! ¡Un mongoloide que bebe cerveza barata en vez de capuccinos con crema! ¡Antes muerto que ser tal ejemplo de simplicidad!

-¡Xaxo! ¿Es que no lo quieres comprender? Hay que convencer a este cabezabuque de alguna manera- dijo el Cordobes.

-¿Y si le metemos un palito huntado en miel de romero?-espetó SUPERULTRAMAN

-Ya se como convencerle Isidro… John, mirame a los ojos, y escucha. Los dioses se han comunicado conmigo. Los Dioses te han dado este magnifico poder por alguna razon que trato de comprender. Pero aparte de que las compresas con alas no te dan la capacidad de volar como yo creía, debes asumir tu responsabilidad, sobre todo teniendo un gran poder como el tuyo.

-¡Veros tos a la mierrrda! Que me dejes en paz, fósil geriátrico. –arremetió Malkovich. ¡Ahhh! Que estrés, dios mio, necesito un valium.

-¡FÖÖRRRNNNN!!!!! Dijo el Cordobes. Basta ya de tanta mierda. SUPERULTRAMAN, ya sabes lo que tienes que hacer.

-Será un placé, maetro. ¡Toma garrampon! ¡Pa que aprendas a ir con coleta!

-¡Arggghhh! ¡YA basta! ¡Ya basta!-dijo john. No aguanto mas, lo haré lo haré.

John Malkovich, golpeo tres veces la mesa camilla con su lapiz. Una fosforescente descarga de energía rodeo todo el cuerpo de john, sacudiendo toda la habitación mientras sonaba un acordeón. Mientras que John se convertía en un amasijo de musculos de tres metros y medio, la mayoría de los cuales no existían, con una enorme sonrisa de oreja a oreja, con una gorra pequeñísima hacia atrás de color rojo, y en la abultada espalda desnuda, tatuado el contrato del Dios de Argal.

-¡Yahaaa! Como mola- dijo el dios de Argal.

-Joe macho- dijo SUPERULTRAMAN-, no se si me dan ganas de jiñar o potar, o porque no tal vez…

EPILOGO

Una vieja tienda de comics, en una centrica ciudad sin nombre.

Bueno, venga, la ciudad si que tiene nombre. Concretamente es “Soria” ( que en lenguaje de los antíguos significa “calle estrecha sin brazos”), (no pregunteis), pero como que queda más dramatico decir que no tiene nombre.

Decía....en una vieja tienda de comics, dos sombras misteriosas conversan.

-Amo, amo. Parece que el viejales se ha coscado de nuestros planes. Ha reclutado a SUPERULTRAMAN y va a por los demás.

-Ja, no te preocúpes . ¿Acaso crees que no lo se? ¡Yo lo se todo, mi fiel subordinado! Esto no cambia nada mis planes malignos. No saben que entre ellos hay… ¡un topo! JuasJuas JuasJuas.

-Creo que se darán cuenta del gato subterráneo amarillo que hay entre ellos, señor.

-...

-¿Porque me mira asi, señor? ¿Por qué coge la espada de lanzar? ¡Agh! ¡Cuac!

-Hay que ver. Cada vez es más difícil encontrar lacayos decentes hoy en dia. ¡Como está el mundo!