Todo esta contado de cuantas maneras imaginemos. Libros, rebistas, tratados,periodicos, programas de televisión, radio, tertulias y de cualquier otra ídole. Se vende ahora, día a día, sucedión y ocurrirá en futuros inciertos. Aun siendo en ocasiones tabú, sigue encendiendose la bombillita encima de cualquier cabeza, al oir cualquier palabra referente a orgasmo, mirando por el rabillo del ojo haber que se cuece. Sin embargo no era otra mi pretensión la de asimilar otras situaciones a la de un orgasmo.
¿Donde?¿Cuando puede sufrir uno un arrebato de éxtasis? Por ejemplo, a lo que me refiero apreciado lector, es que se puede tener un orgasmo culinario, un orgasmo musical, un orgasmo visual, o muchos otros más. Se trata de disfrutar al máximo y hacerlo como propio.
Ciertamente la expresión tener un orgasmo culinario no es tan extravagante. Aprecio la buena cocina como el que más, pero no en sentido saciante y gloton de la sociedad bulgar por la que me codeo. Me gusta tener un orgasmo culinario, y a ser posible en cada bocado que doy. Me gusta la cocina, y a veces soy un cocinas, pero disfrutar de la comida por su sabor, su textura, su punto de sal, su jugosidad y experimentar todo eso a la vez lo llamo orgasmo culinario.
Me zafo de los que se conforman con comer cualquier cosa, otro día les tiraré estrellas. Ciertamente quien pueda y se quiera a si mismo, debería poder disfrutar en la comidas. Me río de los que engullen como aspiradoras no por el placer de comer sino por el de matar la tenía que tienen en el estomago. No digo que se haga siempre, sino siempre y cuando sea posible, que mucho difiere de tener que comer hamburguesas de ratas sabor a tropezones en casa de McDonalds.
Disfrutar de una tortilla bien hecha, como le guste a cada uno, de una buena tajada de jamón serrano suculando aceite, un buen conejo en su salsa, un dulce bien elaborado, o simplemente una ensalada mediterránea con tomates del terreno, bien hecha por supuesto, son suficientes para tener un orgasmo, pero para tenerlo amigo mío, hay que saber apreciar los sabores, texturas e ingredientes, y eso no todo el mundo es capaz de hacerlo. Saber que lo saboreas y degustarlo en un sinfin de sensaciones es la suma del todo. Hay que saber priorizar el gusto de la gula. Llevarse algo al paladar que realmente esta rico es un orgasmo.
Otras veces expresar un orgasmo en el ámbito en el que me refiero significa disfrutar mucho de algo. Por ejemplo, para los que nos gusta realmente escuchar musica, y disfrutamos en ello, llenandonos la cabeza se sonidos llenos de significados, canciones pletóricas, y es cuando tenemos ese frenesí, se nos acelera el corazón o se nos pone la piel de gallina, es entonces cuando tenemos un orgasmo.
Poder decir que te gusta la música no lo hace cualquiera. Que no es lo mismo que decir que escuchar música. Dentro de los estilos musicales podemos diferenciar lo que vale y lo que no vale, la caca de lo digno de ser escuchado. De ahí se deducen muchas veces la personalidad de cada uno. A veces la música influye demasiado en los sentimientos de las personas, encasillándolas irremediablemente.
La música ciertamente es a la vez un termino relativo en cuanto que hace sentir emociones a uno mismo, aun siendo realmente nefasta. Pero de igual modo podemos sentir verdadero repelus escuchando rikiton, flamenquito, o pachangeo comercial de los 40, que sentir un orgasmo en el oido por ejemplo con Vivaldi, Yesterday de los Beatles, It wont be long de The Hives, o Knights of Cydonia de Muse, por poner un 0,1% de ejemplo.
De todas maneras no se puede privar a una mente inculta y encasillada de su peculiar disfrute de ruidos, aunque sea totalmente deplorable.
No pretendo ser basto entendido de la musica, pero me respaldo en amistades que tengo que distinguen un céntimo de un euro, o dicho coloquialmente son enciclopedias vivientes. Saben de casi todo. Ciertamente no hay que ser tan ávido para experimentar un frenesí musical en tus oídos, puesto que la incultura popular de la sociedad lo permite, pero al mismo tiempo yo, al igual que otros pueden experimentar lo que es tener un orgasmo musical, un no se que, que te sube por no se donde. Saber apreciar la música en su estado más pulcro y saber diferenciarla de la basura que sale del dial, disfrutar de la música sencillamente, siendo capaz hasta de quitarte el sueño más profundo.
Finalmente otro estado emocional en el que se puede tener un orgasmo es visualmente. Esta excitación es a la que la mayoría de la gente puede acceder, puesto que entra por los ojos y no hay que procesarla como en los dos casos anteriores. Digamos que es más simplón. Pero de todas maneras también este tipo de espectáculo visual puede tener sus secretos.
Ciertamente uno disfruta en su máxima expresión en los formatos multimedia de las salas multicine, o de los famosos Full HD 1080i que se están poniendo de moda, y que tanta paliza me ha dado mi Brother. Hasta la coronilla. Pero realmente si te gusta disfrutar por los ojos recomiendo esto precisamente que acabo de denigrar, los Full HD.
En Castellón creo que hay dos salas de cine con emisión digital y con sonido THX( para los que no lo sepan son dos vueltas de tuerca en calidad al archiconocido Dolvi surround) que traducido en castellano es que te cagas. Y todo ello por un ticket de estas dos salas, o mejor dicho una factura, porque caro se queda corto.
Bien el caso es que ver una película o lo que sea en alguno de estos dos formatos es una gozada para los ojos, o mejor dicho un orgasmo visual. Ver una película cargada de elementos digitales solo es apto para un ojo Sharingan, capaz de perseguir lucecitas, y objetos tan bien definidos como para ver una simple cana en el pelo. Recuerdo cuando vi Star Wars III. Magna Cum Laude. Es un espectáculo visual, aunque rodada integramente por cámaras digitales y con el mayor presupuesto de la historia por entonces de efectos especiales, aquí no pudo disfrutarse de toda la calidad porque para variar, en Castellon no habia salas que emitieran en formato digital. De todas maneras lo que pudo verse fue lo mas de lo más.
Tres años más tarde he tenido el privilegio de ver esta misma película en la máxima definición posible hasta la fecha, y dista mucho lo que vi ( que ya era buenisimo) con lo que he podido ver. Ciertamente los ojos lloraban ante aquel espectáculo digital, por no realizar una comparación.
La película 300 estrenada en 2007, también tuve la ocasión de verla en una sala con emisión digital, y pese a la hipoteca a la que te sometes cuando parece que compres una plaza de asiento en la sala de cine por un ticket, fue toda una gozada para los ojos, un orgasmo visual.
Tan solo me queda decir una cosa. ¡Disfruten de lo que realmente valga la pena!
1 comentario:
Suculando: supurando + suculento, supuracion suculenta.
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