Un ejercito de maquinas se prepara para aniquilar de la faz de la tierra toda presencia humana. ¡El apocalipsis va a llegarr! Numerosos cientificos estudian la posibilidad de intentar dominar toda inteligencia artificail, para evitar que mediante virius y demases se vuelvan en contra nuestra. Cada vez las máquinas son más sofisticadas, más capaces, más independientes, más peligrosas.
He aquí un ejemplo de la primera lata, prefectamente camuflada, creada para el avistamiento y la distraccion del enemigo. Compuesta por sensores de movimiento de ultimisima generacion y conexión wifi, allá por el año 1992.
La siguiente generación, de robots, fue pensada para emular las caracteristicas de la naturaleza. Una lata era algo muy artificial, no podía competir. Por ello optaron por crear robots más realistas , como el caso de una flor. Esta margarita, perfectamente adaptada a su entorno no necesitaba riego alguno, y estaba dotada de sensores termicos y estacionales para advertir de la presencia del enemigo en varios kilómetros a la redonda.El problema fue su delicado aspecto, ya que si hubiera sido un Ágave o un Gladiolo hubiera tenido más aceptacion. Fue tal su aspecto realista que incluso hubo quien la regaba, haciendola morir por exceso de agua.
Tras su poca aceptación, optaron por las aves. Diversos ornitologos establecieron que la mejor especie sería el loro. Su colorido y su plumaje fue copiado al más alto nivel, y sus dotes de sonido les llevaron a pensar que sería la mejor opcion. Dotado de microfono y cuerdas vocales mecánicas consiguieron lo impensable. Su vatir de alas y sus graznidos pasaban desapercibidos en plena selva Amazónica, nadie se daba cuenta de que era un lorito artificial. Dieron un gran salto tecnologico dotandole del poder de la comunicación. El exito de su hazaña les elevo la moral. Un lorito parlanchin, capaz de comunicar por voz lo sucedido en el campo de batalla. El problema llegó cuando se dieron cuenta que sus conversaciones no llegavan a ninguna conlusion.
No contentos con sus relativos fracasos, decidieron poner todo su empeño, en mejorar la IA de los robots. Tuvieron la idea de reducir el tamaño, creando nanomáquinas llamadas Tamagotchi alla por el año 1996. Todo el planeta se lleno de estas máquinas, pero se dieron cuenta de su poca utilidad, acabando abandonados en los cajones. Despues de este gran fracaso intentaron emular una especie venida de otro planeta, peludo, con orejas y ojos para ver. Le llamaron Furby, y hubo dos generaciones. El primer Furbi tenía aspecto más artificial, el segundo. La segunda generacion llamada New Furby tubo un gran exito en el campo de batalla. Era capaz de ver, oir y comunicarse . No tenia apenas movimiento, pero le dotaron de una IA más que notable. Ese fue su gran logro. Hablaban y cantaban por los codos.
Los Furbys fueron creados para dirigir máquinas e interactuar entre ellos. Llegaron a desarrollar un lenguaje propio, complejo y nada parecido con cualquier idioma conocido. Era el lenguaje de las máquinas.
Los más exaustivos controles de calidad presentaban a una máquina preparada y apta para la batalla. Unos rigurosos ensayos tecnologicos basados en pruebas de resistencia, aclimatación y esfuerzo físico.
Pero poco a poco los Furbys, dotados de IA, fueron evolucionando por su propia cuenta. Su comportamiento ordenado y estricto fue evolucionando. Tomaron conductas de otros seres vivos y las adaptarona ellos, se vieron inmersos en grandes cambios que les degradaron como autómatas. Unos se decantaron por la bebida, arruinando su futuro como maquinas de ultima tecnología.
Otros se introdujeron en las listas de Al Qaeda, entrenandose para ser los martires de la Yihad islámica.
Y así fue el auge y declibe de esta nueva generación de máquinas. Sin embargo, lejos de quedarse ahí, continuaron promoviendo ideas, investigando y desarrollando la IA. Al final desarrollaron algo conforme a sus espectativas, algo que revolucionara el mundo de las máquinas. Le llamaron Keepon. Por una vez fueron sensatos. Crearon este robot para que exterminase toda la humanidad, sin embargo al verlo, nos llevamos una sorpresa, puesto que al verlo...
...no es lo que esperabamos.